…Allfits

Concierto celebrado en la Sala Costello de Madrid, el sábado 29 de enero de 2011.

...Allfits

Cuando se habla de música independiente, por lo general, se emplea como sinónimo de minoritaria; alejada de los «gustos más comerciales» (eso que los pedantes llaman «mainstream») y recluída en el gueto de lo que, cuando yo era joven, llamábamos «culturetas» (y que ahora se ha traducido libremente por «gafapastas»). De acuerdo. Pero retrotrayéndonos al sentido original de «independiente», nos encontramos con que es la que está alejada de los «circuitos comerciales». Y como tales, me refiero a las redes de distribución y comercialización, exhibición y publicidad (entendida al margen de la que conllevan de por sí las anteriores)…

Todo esto viene a colación de un puñado de bandas que he venido escuchando últimamente que, al margen de tener un público notablemente más reducido que un Alejandro Sanz o una Lady Gaga (cada vez me esfuerzo menos poniendo ejemplos), tienen una difusión comercial extraordinariamente limitada, motivada por la pequeña envergadura de sus discográficas (por lo general, pequeños sellos de autor, propiedad de amigos o, incluso, de los propios grupos), que no tienen acceso a las redes de distribución que llevarían esos trabajos a las grandes superficies comerciales y los grandes medios de comunicación. Una red de pequeños medios que sobreviven, en buena medida, gracias a que, a fuerza de coincidir en los mismos lugares y momentos, se ha forjado un pequeño entramado simbiótico de amistades, afinidades y alianzas, que propician una especie de ayuda mutua, facilitando la supervivencia y difusión de toda esta cultura alternativa.

Podría hablar de las conversaciones que sostuve al respecto con los responsables de las discográficas «Jabalina» o «Naked Man»… en los puestos de recuerdos de los conciertos de «Klaus&Kinski» o «Big City». O con los miembros de «Nine Stories» y «Wild Honey» tras su actuación en el «Cultura POP» de hace unos meses. O la conversación que mantuve esa misma noche con las responsables de «Yndy Tv». Pero todo ello me ha resultado aún más sangrante en el caso que nos ocupa.

...Allfits (Sala Costello, Madrid). Foto de Sara Navarro

Supe de la existencia de «…Allfits» por casualidad: una amiga celebraba la fiesta de aniversario de su tienda que, casualmente, es la única que comercializa su disco «Sea Horse» (Thinmonkey 2010), en Madrid. Y aquí aprovecho para hacer publicidad descarada, que no lo he hecho nunca y me apetece: «Fatal de lo Mío» (C/ San Andrés 24, frente a la Plaza del 2 de Mayo). Sabedora de mis gustos musicales, me presentó a Sara Navarro, responsable del sello «Thismonkey», ex-manager de «Polock» y actual manager del grupo, que me convenció para adquirir el disco. ¡Esto es venta personalizada y lo demás son tonterías! Los argumentos: es un rollo «post-rock», «noise», «shoegaze»… ¡Hecho! ¡Las palabras mágicas!

La impresión después de oir el disco era la misma que tendría quien hubiese escuchado a «Radiohead» o «Sigur Rós» antes de ser conocidos, sabiendo a dónde iban a llegar después. A nada que se les conozca, van a arrasar. Y te entra esa extraña sensación ambivalente que tenemos todos los culturetas entre «esto tiene que conocerlo todo el mundo» y «¡mi tesooooro…!». Yo he optado por la primera (con cierta desazón, todo hay que decirlo: encontrar estas piedras preciosas y luego compartirlas, duele).

Los malagueños «…Allfits» facturan un rock electrónico impecable, de guitarras saturadas, densas hasta no dejar espacio para el aire, de no ser por un bajo de ritmo hipnótico, que marca el tempo junto a unas percusiones contundentes y veloces. Y, a pesar de ello, los cuidados y muy bien pensados arreglos a la guitarra, unidos a unas melodías asombrosamente pegadizas, consiguen una fusión de música preciosista y magma sonoro que causa asombro. Lo primero que le viene a uno a la cabeza, obviamente, es el «Loveless» de «My Bloody Valentine», o el «23» de «Blonde Redhead». Efectivamente: es «noise-rock», es «shoegaze»… pero es impactante y demoledor. Apabulla de verdad.

Portada de "Seahorse" (2010)

«Seahorse» es un disco redondo, del primer al último tema. Y así se encargaron de demostrarlo por duplicado en su visita a Madrid esta semana. La primera ocasión, grabando el viernes por la mañana para «Los Conciertos de Radio 3» de TVE/RNE. No voy a entrar aquí en los pormenores de una grabación para televisión. Aunque uno haya trabajado bastante tiempo en ello, nunca se acostumbra a lo pesadas y tediosas que son las grabaciones. Además, en RTVE parecen no conocer la importancia de los bocadillos de media mañana (si alguien de la casa lee ésto, que por favor tome nota; por experiencia le digo que han evitado verdaderos conatos de revuelta). Lo importante es el resultado final, que por supuesto sería imperdonable perderse.

La segunda, el sábado por la noche en la céntrica Sala Costello, teloneados por unos también magníficos (aunque de una piel totalmente diferente) «Trono de Sangre»: punk de altísimos decibelios y velocidad desbocada, no apto oídos sensibles, en el que sus cuatro integrantes se entregan sobre el escenario hasta la extenuación (y alguno, hasta la deshidratación), desgarrando las cuerdas de las guitarras a un ritmo endiablado, para un «punk» agresivo y carismático, que con el tiempo puede dar mucho que hablar.

Christian Cuberos. Sala Costello, 29-01-2011

Nuria Soler (bajo) y Paula Sánchez-Lafuente (batería). Sala Costello, 29-01-2011

Llegó luego el turno para Christian, Nuria y Paula. Los títulos de sus canciones, eminentemente instrumentales, pero surcadas ocasionalmente por las voces de Nuria y Christian (a veces surcadas, a veces sacudidas por golpes de voz y gritos furiosos) podrían transmitir una idea equivocada de lo que hacen estos chavales: «Viaje de Amor con Álvaro», «Anacleto & Gertrudis», «El Vivo Retrato de su Madre»… Los títulos son cachondos, sí. Su música impone: trallazos de guitarra desquiciada y batería ultrarrápida, dentro de una nube de sonido, donde las pequeñas variaciones conforman melodías de competición y un ritmo que… no voy a describirlo: simplemente, tendría que haber grabado la reacción, exáctamente igual tanto en la grabación para TVE como en la sala, de un público moviendo sus cabezas de forma acompasada, como no había visto antes en un concierto. Un espectáculo que hablaba por sí mismo sobre la fuerza y la capacidad hipnótica de ese ritmo. Frenético, veloz y salvaje, se ve reforzado eventualmente por las letras (en inglés, con ocasionales frases en alemán), que sólo toman un respiro en temas más calmados como «Semilla de Manzana» o la preciosa cancioncilla «La Suerte» (originalmente acústica); o las emocionantes y muy pegadizas «A Nuestros Héroes», «Caballo de Mar» o «Ecoro» (esta última ya no tan tranquila).

Virtuosos y carismáticos, sobresalió un particularmente simpático Christian que, a la vez que tocaba la guitarra a velocidad de vértigo, animaba a un público al que le costaba contenerse para no pegar brincos allí mismo. Quizá el estado de hipnosis colectiva en el que estaba sumido el respetable lo evitase. Pero no sería por falta de ganas.

Cerraron su actuación con un tema que no está presente en el disco, y que anticipa el sonido de futuras posibles grabaciones. Algo, no ya deseable: ¡necesario! Si nada se lo impide, estos chavales van a llegar muy lejos, aunque a los que los conocemos ahora nos pese tener que compartir en el futuro tanta genialidad.

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2 respuestas a …Allfits

  1. Javi dijo:

    Qué gran crítica, totalmente fidedigna!

    Da gusto ver que alguien (aun) hace críticas a los grupos después de comprarse el disco (no de escuchar 2 temas en myspace), y después de ir a 2 conciertos consecutivos.

    Chapó!

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